En el vuelo a casa después de una reunión de negocios la semana pasada, hojeé el libro Risky is the New Safe: the Rules Have Changed de Randy Gage. Si bien gran parte del libro es incendiario por diseño, con algunos intentos bastante descarados de promover la ansiedad en el lector, hubo una página al principio del libro que resonó conmigo.

El autor se refiere a una analogía presentada por el Dr. Ken Dychtwald (autodescrito como un visionario del estilo de vida). Señala que la mayoría de las empresas gastan sus energías tratando de perseguir al elefante: disparándole flechas en lugar de trabajar de manera más inteligente y proactiva. El Dr. Dychtwald sugiere que tiene más sentido correr al frente y cavar un gran hoyo.

Si bien es simple, pinta una imagen muy vívida de cómo las empresas pueden mejorar sus probabilidades de éxito. A veces hay que cambiar las reglas. Mucho se ha escrito sobre tecnologías disruptivas; tal vez no sea tanto disruptivo, como un pensamiento ordinario aplicado de una manera menos que ordinaria.

Ese es el pensamiento detrás de nuestros remolques de viaje. Mientras que el pensamiento tradicional sugiere estrechamente que los clientes deben asistir a una feria comercial para ver sus productos, Clearfield fue un paso más allá. Decidimos acercar la feria al cliente. El año pasado, nuestros dos remolques viajaron casi 100,000 millas visitando clientes. Nuestros clientes y posibles clientes llegaron a tocar y sentir el producto en su propio patio trasero. Al final, este nuevo enfoque demostró ser muy exitoso.

Somos lo suficientemente audaces para pensar que es este tipo de visión de futuro lo que nos separa del resto de la manada (de elefantes).