Todos los años, cerca del Día de Acción de Gracias, organizamos una Fiesta de agradecimiento para todos nuestros empleados de Clearfield y sus familias. Y cada año, recuerdo cuánto debo agradecer.

Tengo la suerte de estar rodeado de personas que realmente se preocupan por lo que hacen. Es un gran regalo trabajar junto a personas inteligentes y dedicadas que están comprometidas a hacer un gran trabajo. Sus familias a menudo juegan un papel importante en el compromiso de nuestros empleados. (Una variación del adagio “Esposa feliz, vida feliz”, nos gusta pensar “Hogar feliz, trabajo feliz”).

Para la Gratefulness Party de este año, volvimos al escenario del exitoso evento del año pasado: Dave & Buster's. Fue muy gratificante ver a casi 500 personas riéndose y disfrutando de la compañía de los demás.

Lo que siempre me ha llamado la atención es que, por muy diferentes que seamos unos de otros, nuestros hijos parecen reírse todos por igual. Hay una verdadera lección en el hecho de que sin importar nuestras diferencias, todos compartimos ese vínculo mutuo. La risa es un lenguaje común que une todas las edades, culturas y fronteras.

Estoy agradecido por eso.