“En primavera, al final del día, debes oler a tierra”. —Margaret Atwood , autora
Como un ávido jardinero aficionado, puedo decirles que estoy ansioso por cavar. Los jardineros en Minnesota, sin embargo, han aprendido el fino arte de la paciencia prolongada. Incluso mientras escribo esto, la nieve brilla en los árboles. Entonces, solo soñaré un poco.
La jardinería me atrae en varios niveles diferentes. Lo primero y más importante es el proceso, que casi exige un estado mental tranquilo y meditativo. Los simples actos de cavar, plantar, desmalezar y regar son lentos y reflexivos por naturaleza. Los problemas del mundo no desaparecen en el jardín, pero cambian de lugar. No puedo decirte la cantidad de veces que he ganado perspectivas importantes sobre los desafíos, simplemente arrancando algunas malas hierbas por un tiempo.
Es difícil no tener una orientación hacia los resultados en la jardinería. La estética de las hermosas flores y sus explosiones de color que emergen durante la primavera, el verano y el otoño nunca dejan de dejarme sin aliento.
Hay todo tipo de analogías que supongo podría trazar entre la jardinería y el mundo empresarial. La importancia de planificar... de invertir el tiempo por adelantado para asegurarse de que el suelo esté listo... de dedicar tiempo a lo largo del camino para asegurar una cosecha exitosa... Pero por ahora, solo voy a soñar un poco con la cosecha que se avecina. .
Algún día, pronto, todos podremos parar y oler las flores. Estoy plantando esa semilla ahora.