Estaba cenando con mi buen amigo y su familia esta semana. He visto crecer a sus tres hijos durante los últimos 10 años, ya que los he visto una o dos veces al año. En el restaurante, estaba sentado entre Harrison y Whitley. Al otro lado de la mesa estaba Jackson. Jack está en cuarto grado y me contó todo sobre su incipiente carrera futbolística. Harrison tiene 5 años y no dice mucho. Whitley, por otro lado, siempre ha sido extrovertido e inquisitivo. Ella tiene 8 años y procedió a contarme sobre el campamento "Escuela de Rock" en el que está y cómo está aprendiendo a tocar la batería. Sin recordarlo, preguntó: "¿Dónde vives?". Respondí: “Minneapolis”. Ella respondió: “Pensé que vivías en Minnesota”. Me tomé un momento y le expliqué la relación.
Luego, hizo otra pregunta... una buena pregunta.
“¿Por qué viajas?”
Le dije que tengo que viajar por mi trabajo, como lo hace su papá. Quedó satisfecha con esa respuesta y pasamos a otro tema mientras pedía otra leche chocolatada.
Estoy de vuelta en el camino hoy y tengo algo de tiempo para reflexionar sobre esa pregunta.
Whitley, me gustaría explicarte un poco más sobre por qué viajamos.
Sé que es difícil cuando tu papá no está. Tu papá y yo construimos redes de fibra en ciudades y pueblos de todo Estados Unidos. Ayudamos a las personas en aquellas ciudades a las que viajamos.
Lo hacemos para construir una vida mejor para nuestras familias.
Lo hacemos porque nos encanta.
Por Jim Peregrino